Empreses en perill

0
177

SMS Advocats

La sentència que acaba de dictar el Jutjat del Contenciós-Administratiu de Barcelona planteja un repte molt important a la legislació ambiental de la Generalitat i comporta un atzucac als Ajuntaments catalans. L’alcalde atorgà una llicència ambiental tipus A per a l’adequació i legalització d’una ampliació d’una fàbrica de pinsos instal·lada al casc urbà de la població, i en funcionament desde fa vint i cinc anys, però el jutje finalment declara la nulitat de la llicència, obligant a clausurar l’activitat.

Curiosament, segons destaca la sentència, ni el Consell Comarcal ni el Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya es van personar en el judici, tot i haver estar cridats. L’Ajuntament havia argumentat que la distància mínima de 2000 metres, quina infracció havien denunciat els demandants, es contemplava a una ordenança municipal ja derogada, i que la legislació catalana vigent no contemplava cap distancia mínima concreta, sino mesures suficients de protecció que ja s’havien contemplat. 

El Magistrat considera que la raó fonamental de l’estimació de la demanda, rau en la vulneració de la distància de 2000 metres de separació de nuclis, establerta per Reglament estatal d’Activitats Molestes de 1961, un reglament que ja havia estat derogat a Catalunya l’any 1998, i a tot l’Estat espanyol l’any 2007. 

Considera el jutge que amb la llei estatal 34/2007 es deroga el Reglament de 1961, si bé s’agafa a la disposició transitòria d’aquesta llei per dir que Catalunya no disposa d’una normativa medioambiental sobre distàncies mínimes de separació, del que se’n seguiria la indiscutible aplicació de l’antic reglament que regula aquella distancia mínima de 2000 metres. Argumenta el Magistrat que la situació legal actual és la següent (en castellà l’original):

“1.- La LIIAA no ha desplazado o derogado las previsiones sobre distancias que se contienen en los arts. 4, 15 y 20 del RAMINP, toda vez que en este particular la legislación catalana no ofrece una potencialidad protectora igual o superior a la del reglamento estatal. Y todo ello, en un régimen de distribución competencial que asigna al Estado el dictado de la normativa básica en materia medioambiental y a las Comunidades Autónomas la promulgación de “normas adicionales de protección”( de mayor protección”, se sobreentiende).

2.-Las Ordenanzas y los Planes urbanísticos municipales no pueden relajar las previsiones en cuanto a distancias mínimas, previstas directa e imperativamente por el art 4 RAMINP (ver art 6 regla segunda, del propio RAMINP). Por ello, las industrias fabriles que deban ser consideradas como peligrosas o insalubres, sólo podrán emplazarse, como regla general, a una distancia mínima de 2000 metros a contar del núcleo más próximo de población agrupada, sin perjuicio de que los Planes o las Ordenanzas puedan establecer prescripciones más rigurosas. De lo que se sigue que la calificación del suelo como industrial pueda llegar a cosiderarse como condición necesaria, pero no suficiente. (…)

3.-Es preciso atribuir la condición de industria fabril a cualquier actividad que lleve aparejado el tratamiento industrializado de aquellos elementos almacenados o depositados en sus instalaciones que, a su vez, constituyan el objeto comercial de la explotación.

4.- El emplazamiento de una industria peligrosa (como la de los autos), o de industrias insalubres y nocivas a una distancia inferior de la prevista en el segundo inciso del art 4 RAMINP, sólo será admisible en casos “muy especiales o excepcionales”, previo informe favorable del órgano que haga las veces de las extintas Comisions Territorials d’Industries i Activitats Classificades (arts,15 y 20 RAMINP).
Ello no obstante, esa posibilidad deberá interpretarse de forma restrictiva, debiendo mediar, por añadidura, una ponderación de circunstancias sometida a mayores exigencias o a mayor rigor, cuanto mayor sea la aproximación de la actividad a un núcleo de población agrupada. 
También las medidas correctoras deberán atemperarse a ese grado de proximidad; y bajo ningún concepto podrá ser excepcionada la distancia mínima de 2000 metros apelando a razones meramente utilitarias o economicistas, como por ejemplo las basadas en la existencia previa o en la antigüedad de una parte de la actividad, o en los perjuicios económicos derivados de un eventual traslado.

5.- La infracción de la distancia mínima a núcleo de población agrupado, constituye motivo más que suficiente para anular las licencias que se hubiera concedido con vulneración de lo dispuesto en el art 4 RAMINP.

6.-La denegación de una licencia de adaptación y legalización solicitada en méritos de la LIIAA, deberá traer consigo la cesación de efectos de la licencia obtenida en su momento al amparo de RAMINP…” 

En cas de reeixir aquesta decissió jurisdiccional, que encara no és ferma però es basa en nombrosa jurisprudència, perilla la continuïtat d’un munt d’activitats productives a tot el país, encara que disposin ja d’una llicència antiga.

FER UN COMENTARI

Introduïu el vostre comentari.
Introduïu el vostre nom aquí

Alcaldes.eu es reserva el dret de revisar els comentaris i de no publicar-los en cas de no ser apropiats.